El descenso de barrancos o barranquismo es un deporte de aventura que se practica en los cañones o barrancos de un rio. Los más divertidos con algo de agua, toboganes naturales y descensos en rappel, pero los hay en todo tipo de entornos.

Hay empresas de deporte de aventura que permiten hacer descenso de barrancos con niños de seis años en adelante. Evidentemente no pueden hacer la misma ruta y los mismos rappels que personas más mayores, pero al bajar siempre bien sujetos y controlados por los monitores que organizan la actividad, el peligro es muy escaso o casi nulo.

Se dice que el nacimiento «oficial» del barranquismo tiene su origen a principios del s. XX y se le atribuye a Lucien Briet (escritor, fotógrafo, explorador y pirineísta francés). Sus obras contribuyeron a la creación del parque nacional de Ordesa. El primer recorrido moderno de barranquismo perfectamente documentado  fue realizado en 1933 en el País Vasco Francés.

Hoy en día el barranquismo está muy bien organizado, estructurado y preparado, la multitud de empresas que organizan cursos de iniciación para todas las edades garantizan días de aventuras y diversión con los posibles riesgos bastante bien controlados.

Nosotros hicimos una ruta de iniciación con la empresa Rimaya en Somosierra en Madrid, super recomendables. Las fotos y los videos son de ese día.

A mi me chifló mi primera experiencia haciendo descenso de barrancos con mis niños. Quien sepa de barranquismo verá con facilidad, por las posturas y por todo, que son principiantes los que aparecen en  los videos y fotografías de este artículo. Cuando a uno le gusta escribir como a mi, sobre todo literatura juvenil y de aventuras, el tener experiencias como esta, te llenan de inspiración y ganas de escribir más. Ya está escrita la escena de Los Hedwitt basada en esta experiencia 😃.

Activar la imaginación a parte, a continuación os dejo 10 beneficios de practicar barranquismo en familia con niños.

1.- Mejora las condición física. Aumenta nuestra fuerza, elasticidad, capacidad atlética en general.

2.- Mejora la concentración (nuestro cerebro consigue estar más concentrado y aumentar sus reflejos).

3.- Nos educamos en una mayor percepción de nuestro entorno. La subida de adrenalina que se libera haciendo barranquismo hace que se dilaten las pupilas y nos entré más luz, más información, somos más conscientes de lo que hay a nuestro alrededor.

3.- Mejora la autoestima. Soltamos dopamina, conseguimos una mejor autopercepción, nos sentimos mejor con nosotros mismos, fundamental para todos, niños y adultos. La sensación de superación que conseguimos es muy positiva.

4.- Sensación de bienestar. Cuando llegamos al final, la adrenalina baja, nos queda la dopamina, que nos da una sensación de bienestar, tanto físico como mental.

5.- Haciendo barranquismo con niños, en familia, pasamos unas horas en plena naturaleza, alejados de la ciudad, proporcionando fuertes estímulos ajenos a pantallas y las respuestas inmediatas que tanto buscan hoy en día nuestros hijos.

6.- El barranquismo, sobre todo cuando te estás iniciando, es una actividad en la que dependes de otros, es el monitor el que está pendiente arriba de que bajes despacio, dependes en gran medida de él, se repasa el equipo entre todos, llegas abajo y alguien te ayuda a desengancharte, haces equipo, te preocupas de la seguridad de los demás, compartes experiencias en familia que unen. Practicar barranquismo con niños favorece la cohesión y el apoyo mutuo.

7.- Eliminas estrés. La adrenalina que sacas ante la sensación de aventura y peligro ayuda a eliminar el estrés del momento, también del día a día. 

8.- Los recuerdos se graban mejor en la memoria. Las situaciones de riesgo, al estar tu mente y tu cuerpo tan despiertos, provocan que tu memoria guarde mejor esos recuerdos. Son recuerdos únicos.

9.- Haces un deporte muy diferente. Nadas, saltas, practicas senderismo, haces rappels, etc. Todo en una mañana o en una tarde muy intensa, quemas muchas calorías.

10.- Adquirimos nuevas habilidades. Desde el montaje de todo lo necesario a nivel de cuerdas, arneses, nudos, etc., hasta la resiliencia mental necesaria para vencer tus miedos y enfrentarte a situaciones y retos diferentes.